HISTORIA DE IRLANDA 2
Guerras y leyes penales
A principios del siglo XVII, los protestantes escoceses e ingleses fueron enviados como colonos al centro de la isla, a los condados de Laois y OffalyLy a las provincias de Munster y Ulster. La conquista continuó por conciliación y represión durante 60 años hasta 1603, cuando el país entero llegó a estar bajo el control nominal de Jaime I, ejercido a través de su consejo privado en Dublín. Control que se perfeccionó hasta la «Fuga de los Condes» en 1607.19 . Por la imposición de la ley inglesa, la conquista se complicó, también, por la extensión de la reforma protestante la lengua y la cultura. El Imperio español intervino varias veces a la altura de la Guerra anglo-española (1585-1604), y los irlandeses se encontraron atrapados entre su aceptación generalizada de la autoridad del Papa y los requerimientos de lealtad al monarca de Inglaterra e Irlanda.20
A partir de 1639 comienzan las llamadas Guerras de los tres reinos, una sucesión de conflictos interconectados que se sucederían en Escocia, Irlanda e Inglaterrahasta 1651, entre los que se incluye también la Guerra Civil Inglesa, en la que intervinieron tropas irlandesas. Las guerras comenzaron con la rebelión del 22 de octubre de 1641, cuando los nativos se declararon en insurrección contra el dominio de sus tierras por parte de los ingleses.21 En 1642 los rebeldes organizaron su propio gobierno, el conocido como la Confederación de irlandeses católicos que duró hasta la reconquista de 1649 cuando Oliver Cromwell derrotó a los católicos.22Después de la guerra, casi todas sus tierras fueron confiscadas y concedidas a los protestantes. Además, la guerra, el hambre y las enfermedades causaron la muerte de hasta una tercera parte de la población.
Irlanda jugó un rol crucial en la Revolución Gloriosa de 1689, cuando el católico romano Jacobo II fue depuesto por el parlamento y reemplazado por Guillermo de Orange. Jacobo II y Guillermo lucharon por el trono inglés, escocés e irlandés, enfrentándose en la batalla del Boyne en 1690. Los católicos (Jacobitas) lucharon del lado de Jacobo II, porque creían que el rey les devolvería las tierras que les habían sido confiscadas en la época de Cromwell. Los protestantes (Guillermitas) eligieron a Guillermo para que protegiese sus tierras, su religión y el poder en el país. Aunque Guillermo ganó la batalla del Boyne en 1690, la guerra continuó hasta la batalla de Aughrim en 1691, cuando el ejército católico fue aplastado por los Guillermitas.
El Acta de Unión y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda
Hacia fines del siglo XVIII la mayoría de dichas restricciones fueron retiradas, en parte a través de una campaña dirigida, entre otros, por Henry Grattan. Sin embargo, en 1800 el parlamento irlandés aprobó el Acta de Unión, la cual fusionó el Reino de Irlanda con el Reino de Gran Bretaña (en sí mismo una fusión deInglaterra y Escocia en 1707) para crear el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda. Durante el siglo XVIII, la mayoría de los habitantes de Irlanda eran campesinos católicos, que eran muy pobres e inertes políticamente. Muchos de sus líderes se convirtieron al protestantismo para evitar las sanciones económicas y políticas. Sin embargo, hubo un creciente despertar católico; a su vez, había dos grupos de protestantes, los presbiteriano de Ulster, al norte, los cuales vivían con mejores condiciones económicas pero sin poder político, y los Anglicanos de la Iglesia de Irlanda, que vivían en Dublin y eran dueños de la mayor parte de las tierras de cultivo, las cuales eran labradas por campecinos católicos23 .
El antagonismo irlandés hacia Inglaterra se vio agravado por la situación económica de Irlanda en el siglo XVIII. Algunos propietarios ausentes gestionan sus fincas de forma ineficiente, y los alimentos tendían a producirce para la exportación y no para el consumo interno. Después de dos inviernos muy fríos, cerca del final de la Pequeña Edad de Hielo, y que la llevaron directamente a la Gran Hambruna Irlandesa entre 1740 y 1741, en la cual murieron alrededor de 400.000 personas por la hambruna y causó que más de 150.000 irlandés tuvieran que salir de la isla y refugiarse en las Trece Colonias. Además, las exportaciones irlandesas se redujeron debido a las Actas de Navegación de la década de 1660, que colocaban los aranceles sobre los productos irlandeses que entran a Inglaterra en costos exorbitantes, mientras que las mercancías inglesas estaban exentas de los aranceles sobre la introducción de porductos a Irlanda. A pesar de esto la mayor parte del siglo XVIII fue relativamente pacífica en comparación con los dos siglos anteriores, y la población se duplicó a más de cuatro millones a pesar de la hambruna23.
En el siglo XVIII la clase dominante anglo-irlandésa había comenzado a ver a Irlanda, no Inglaterra, como su país de origen. 24 Una facción parlamentaria encabezada por Henry Grattan, alegaba una relación comercial más favorable con Gran Bretaña y una mayor independencia legislativa para el Parlamento irlandés. Sin embargo, la reforma en Irlanda se estancó debido a las propuestas más radicales de emancipación propuestas por los católicos irlandeses radicales. La reforma se produjo parcialmente en 1793, pero los católicos no podían ser miembros del Parlamento irlandés o funcionarios de gobierno. Algunos católicos irlandeses comenzaban a sentirse atraídos por los ideales de la Revolución Francesa de 1789. Debido a esto los católicos comenzaron a ser perseguidos.
Presbiterianos y disidentes también enfrentaron la persecución, pero en menor escala que los católicos. En 1791 un grupo de protestantes, todos anglicanos disidentes, excepto dos que eran presbiterianos, organizó la primera reunión de lo que se pasaría a ser la Sociedad de los Irlandeses Unidos. Originalmente buscaron reformar el Parlamento irlandés, el cual era controlado por individuos pertenecientes a la Iglesia Anglicana del Estado; buscar la emancipación católica; y ayudar a eliminar la religión de los asuntos de la política. Cuando sus ideales parecían inalcanzables se volvieron más decididos a usar la fuerza para derrocar el dominio británico y fundar una República no sectaria. Su actividad culminó con la rebelión irlandesa de 1798, la cual fue reprimida sangrientamente.
Irlanda era un reino independiente gobernado por el rey Jorge III de Inglaterra, quien estableció la política de Irlanda a través de su nombramiento del señor teniente de Irlanda o virrey. En la práctica, los virreyes vivían en Inglaterra y los asuntos de la isla fueron en gran parte controlados por un grupo de élite de los protestantes irlandeses conocidos como "los sepultureros". El sistema cambió en 1767, con el nombramiento de George Townshend, quien ejerció el cargo de 1767-72 y se encontraba en su residencia en el Castillo de Dublín. Townsend tenía el apoyo tanto del Rey como del gabinete británico en Londres, por lo que todas las decisiones importantes se hacían básicamente en Londres. La asamblea se quejó, y obtuvo una serie de leyes nuevas en la década de 1780 que otorgó alParlamento irlandés independencia y eficacia del Parlamento británico, aunque todavía bajo la supervisión del rey y su Consejo Privado.25 Esta forma de gobierno se preservó hasta la rebelión de 1798 , cuando se tomó la decisión de crear las Actas de Unión, las cuales entraron en vigor en 1800, terminando con la era Parlamentaria y unificando los parlamentos de Inglaterra, Escocia e Irlanda en uno solo.26
Historia contemporánea de Irlanda[editar]
En 1800, los parlamentos de Irlanda y de Gran Bretaña decidieron unirse en lo que se denominó el Acta de Unión. Ese año se eliminó la legislatura irlandesa y emergió el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda. Después de un fallido intento, la ley que promulgaba la unión fue finalmente sancionada en el parlamento irlandés, si bien tras un soborno masivo a los miembros de ambas cámaras, a quienes les fueron otorgados títulos de nobleza británicos, tierras y otras prebendas.
Parte de la atracción de la Unión para los católicos fue que prometía la abolición de las leyes penales que discriminaban en su contra y otorgaba su emancipación civil y participación en el parlamento británico con 100 comunes. Sin embargo, el rey Jorge III bloqueó dicha emancipación con el argumento de que este acto iría en contra de su juramento de defender la Iglesia de Inglaterra. Sin embargo bajo el liderazgo de Daniel O'Connell dicha emancipación se logró en 1829, lo cual permitió a los católicos formar parte del parlamento. Más tarde, O'Connell trató de restaurar un gobierno irlandés independiente, rechazando el Acta de la Unión, lo cual no logró.
La Gran hambruna[editar]
Durante el siglo XIX Irlanda experimentó alzas y bajas en el plano económico; desde un "boom" durante las Guerras Napoleónicas bajando a severas crisis entre las que se cuentan una serie de hambrunas, de las que la peor, fue la acaecida entre 1846-1848, en la cual un millón de personas murieron, y otro millón se vio obligado a emigrar.
Los problemas económicos provenían principalmente de lo pequeño que eran el tamaño de las tierras cultivadas. De hecho, la ley, y la tradición social causaron el problema; al conceder a todos los hijos ser herederos de iguales porciones de tierra, lo cual ocasionaba una continua reducción del tamaño de las huertas. Al punto que una cosecha de patatas era únicamente suficiente para alimentar una familia y sólo podía recogerse una vez al año. Además, existían muchas tierras mal administradas por latifundistas que estaban ausentes la mayor parte del año.
Cuando en 1846 se produjo una plaga que arruinó la cosecha de patata, la mayor parte de la población rural se quedó sin alimentos. Lamentablemente, los políticos británicos, como el Primer Ministro Robert Peel, seguían en aquel entonces un estricta política de "laissez-faire", la cual estaba en contra de cualquier intervención del estado en materia económica. Mientras se recaudaban enormes sumas de dinero por individuos para socorrer a las víctimas de ésta catástrofe, la Reina Victoria sólo aportó el equivalente de 100.000 dólares. La situación fue tan grave que provocó la desaparición de obreros del campo.
La hambruna produjo la primera emigración masiva a los Estados Unidos, y también a Inglaterra; Escocia, Canadá y Australia. Esto, a su vez, ocasionó una larga e influyente diáspora, particularmente en los Estados Unidos, en donde se financió y apoyo el movimiento independentista irlandés. En 1858, se creó el movimiento independentista Hermandad Republicana Irlandesa (IRB) (también conocidos "Fenianos"), una organización secreta dedicada a la rebelión armada en contra de los británicos. Sin embargo, a pesar del apoyo que recibía desde los Estados Unidos, en aquella época, el movimiento separatista tenía poca fuerza.
Después de la hambruna, los campesinos iniciaron una lucha para lograr derechos de posesión y distribución de tierras. El origen del conflicto estriba en que desde el siglo XVII, los terratenientes irlandeses eran principalmente protestantes, descendientes de ingleses y con una fuerte identidad británica. Los irlandeses reclamaban que la tierra había sido injustamente robada a sus ancestros y concedida a los ingleses de ascendencia protestante durante la conquista del país por parte de Inglaterra.
La Liga Irlandesa de la Tierra se formó para defender los intereses de los agricultores, siendo Michael Davitt y Charles Stewart Parnell unos de sus principales dirigentes. La táctica más efectiva fue el boicot (esta palabra tiene su origen en este conflicto) que los irlandeses aplicaron a los terratenientes de origen inglés, llegando con frecuencia a la violencia. Bajo el gobierno del Primer Ministro británico Benjamin Disraeli, Davitt y Parnell fueron apresados temporalmente, llegando a ser acusados de ser responsables de la violencia desatada. El nuevo gobierno de William Gladstone, sin embargo, logró contener dicha violencia expandiendo los derechos de los agricultores en la posesión de tierras y en la compra de éstas a los terratenientes anglo-irlandeses. Esto ocasionó una gran masa de pequeños terratenientes y disipó el poder que hasta entonces tenían las clases más privilegiadas de anglo-irlandeses. Sin embargo, no disipó los sentimientos nacionalistas de los irlandeses tal y como esperaba el gobierno británico.
Movimiento hacia la Autonomía[editar]
Hasta la década de los 1870, los irlandeses elegían a los miembros del Parlamento británico entre los miembros de los partidos políticos de Gran Bretaña. Una significante minoría también eligió a los partidarios de la Unión, que resistían ferozmente cualquier cambio en el Acta de la Unión. En esa década un abogado Conservador y ex-miembro de la sociedad Orange, Isaac Butt, estableció un nuevo movimiento llamado Liga de la Autonomía. Después de su muerte, William Shaw y un joven y radical terrateniente protestante llamado Charles Stewart Parnell, convirtieron la Liga en un partido político llamado Partido Parlamentario Irlandés, el cual se convirtió en una dominante fuerza política, dejando al lado a los antiguos partidos Liberales, Conservadores y Unionistas. La fuerza del nuevo partido se hizo evidente en la elección de 1880 donde ganó 63 escaños en el parlamento. En 1885 incrementó esta cifra a 86 escaños. Parnell atrajo diversas corrientes desde los terratenientes conservadores a los liberales de la Liga de la Autonomía. Estos últimos abogaban por la reforma de la tenencia de las tierras, por cuanto la mayoría eran latifundios de los cuales eran dueños aristócratas quienes les rentaban las tierras a los pequeños agricultores.
A pesar que Parnell abogaba por una Irlanda gobernada autónomamente dentro del Reino Unido, en contraste con la posición de O'Connell que era rechazar totalmente el Acta de la Unión, encontró también fuerte oposición de una minoría significativa de unionistas, principalmente, pero no enteramente, residentes en Ulster. Éstos temían que un Parlamento en Dublín controlado por los católicos y nacionalistas los discriminara y que impusiera tarifas sobre el comercio con Gran Bretaña. Hay que considerar que si bien la mayor parte de Irlanda era agrícola, en Ulster al noroeste de Irlanda es que se concentraba la industria pesada de la isla y se vería afectada por cualquier restricción sobre el comercio con Gran Bretaña.
En 1886 y 1893 el gobierno liberal de William Gladstone introdujo dos proyectos de ley para otorgar autonomía a Irlanda, pero ninguno de ellos fue exitoso. En1912 otro proyecto similar fue aprobado por la Cámara de los Comunes, pero rechazado por la Cámara de los Lords. Sin embargo, ésta Cámara había perdido su poder de vetar leyes y solo podía posponer su aprobación por dos años. Durante este periodo la amenaza de guerra civil se cernía sobre Irlanda con la creación de los Voluntarios del Ulster en el norte y los Voluntarios Irlandeses en el sur. Estos dos grupos se armaron fuertemente importando miles de rifles y munición desde la Alemania Imperial. En 1914 la Cámara de los Comunes finalmente adoptó la autonomía, pero el estallido de la Primera Guerra Mundial significó que el proyecto de ley fue pospuesto por la duración de la guerra. Los Voluntarios del Ulster y gran parte de los Voluntarios Irlandeses se unieron al ejército británico, sufriendo considerables bajas. Ambos bandos pensaban que Londres los favorecería después de la guerra.
Hasta 1918, el Partido Parlamentario Irlandés era la fuerza política dominante. Sin embargo, el escándalo que ocasionó la acusación de que Parnell, el dirigente político más popular en Irlanda, había vivido varios años con la esposa de uno de sus correligionarios y miembro del parlamento, dio pie a que el Partido Pro-Unión forzara al primer ministro británico W.E.Gladstone, a que abandonara sus esfuerzos en favor de la autonomía, mientras el "adúltero" Parnell fuera el líder del IPP. Esto ocasionó también una profunda división entre los partidarios de Parnell y los oponentes.
Separatismo militante[editar]
En 1916, una pequeña banda de nacionalistas intentó llevar a cabo una rebelión que se llamó la Rebelión de Pascua bajo el liderazgo de Padraig Pearse y James Connolly. La rebelión no fue bien acogida al principio en los medios nacionalistas del país, considerando que había un número considerable de irlandeses en las tropas británicas que luchaban en Europa. De hecho algunos periódicos pedían la ejecución de Pearse y demás dirigentes de la rebelión. Sin embargo, fue precisamente la ejecución sumaria de dirigentes rebeldes que llevaron a cabo, lo que promovió la ola de simpatía por éstos y su causa.
El gobierno británico erróneamente acusó a Sinn Féin, (en aquel entonces un pequeño partido monárquico con poco respaldo popular), como los promotores de la rebelión. Este error resultó caro, pues los que sobrevivieron a la rebelión, muy notablemente Éamon de Valera, al regresar de su encarcelamiento en Inglaterra, se unieron en gran número al partido, radicalizando su posición.
Hasta 1917 Sinn Féin abogaba por una monarquía en donde Irlanda y Gran Bretaña compartiesen el mismo rey, al estilo del imperio Austro-Húngaro. Sin embargo, debido a disidencia entre monárquicos y republicanos el partido decidió promover la causa de la independencia, dejando a los irlandeses elegir, una vez obtenida ésta, votar por la república o por la monarquía, entendiéndose que en esta última el rey no pertenecería a la casa real británica.
Durante 1917 y 1918, Sinn Féin y el Partido Parlamentario Irlandés se envolvieron en una batalla electoral inconclusa, pues se alternaron en ganar unas elecciones y perder otras. La balanza se inclinó. Sin embargo, a favor de Sinn Féin, cuando el gobierno británico trató de imponer una ley de reclutamiento militar, sin considerar el aporte voluntario que había hecho Irlanda al ejército británico. Ante esta situación inclusive el PPI se vio obligado a retirar sus legisladores del Parlamento deWestminster.
En diciembre de 1918, en una elección general, Sinn Féin obtuvo 73 escaños de los 105 que le correspondían a Irlanda. Sin embargo, los nuevos parlamentarios rehusaron sentarse en el Parlamento británico. En su lugar se reunieron en la Mansion House de Dublín estableciendo el Dáil Éireann o parlamento revolucionario irlandés. A continuación proclamaron la República Irlandesa e intentaron establecer un sistema de gobierno.
Guerra de Independencia[editar]
En el periodo de 1919 a 1921, el Ejército Republicano Irlandés (IRA) luchó en guerra de guerrillas contra el ejército británico y las unidades paramilitares conocidas como Black and Tans (Negros y Quemados). Ambos bandos desarrollaron una lucha brutal; los Black and Tans quemaban pueblos completos y torturaban a los civiles. El IRA, por su parte, mataba a aquellos civiles que sospechaba que ayudaban o eran informantes de los británicos o destruían lugares históricos en respuesta a los ataques de los británicos contra las casas de los republicanos, reales o sospechosos. Esta lucha se denominó "Guerra de Independencia" o "Guerra Anglo-Irlandesa".
En 1920 se publicó una nueva ley que pretendía dividir a Irlanda en dos regiones autónomas: Irlanda del Norte e Irlanda del Sur. La Irlanda de Norte se constituyó sólidamente, pero no así la del Sur, la cual fue boicoteada por los nacionalistas y nunca llegó a tomar la forma de un gobierno real. Eventualmente se llamó a un cese al fuego y las negociaciones entre los irlandeses y los británicos produjeron el Tratado Anglo-Irlandés. Bajo este tratado Irlanda del Sur y Occidental se le daba un carácter autónomo que excedía las exigencias de Parnell y del Partido Parlamentario Irlandés, adoptando una forma de gobierno y autonomía similar a la del Dominio de Canadá.
Irlanda del Norte quedaba formando parte del Reino Unido, con representación en el parlamento de Londres. Se nombró una comisión para establecer las líneas fronterizas entre Irlanda del Norte, también llamada Ulster (aunque en rigor esta región está constituida de solo seis de los nueve condados del Ulster histórico), y el nuevo estado irlandés.
Guerra Civil (1922-1923)[editar]
El parlamento (Dáil) aprobó el Tratado Anglo-Irlandés en diciembre de 1921. Bajo el liderazgo de Michael Collins, se estableció el Estado Libre Irlandés, un nuevoejército para reemplazar al IRA y un cuerpo nuevo de policía o Guardia Civil (llamada Garda Síochána) que reemplazó a uno de los cuerpos existentes, la Royal Irish Constabulary. La segunda, la Policía Metropolitana de Dublín, se fusionó con la Gardaí algunos años después.
Sin embargo, una minoría liderada por Éamon de Valera se oponía al tratado alegando que éste no creaba una verdadera república independiente, que imponía un Juramento de Obediencia y Fidelidad a la Corona por parte de los parlamentarios y que contemplaba la partición del país. De Valera y sus partidarios se retiraron del Parlamento y una parte del IRA ocupó algunos edificios públicos en Dublín para denunciar la firma del tratado. Finalmente, después de unas elecciones en las que ganó el Partido pro-tratado, el nuevo Ejército de Irlanda atacó a los republicanos amotinados en Four Courts, en Dublín, el 22 de junio de1922, lo que dio inicio a la Guerra Civil Irlandesa entre los partidarios del Tratado y los que estaban en contra. Los republicanos (contrarios al tratado), que mantuvieron el nombre de IRA, continuaron luchando en forma de guerrilla durante nueve meses más, hasta mayo de 1923, cuando Frank Aiken, su líder, ordenó entregar las armas declarando una tregua. Esta guerra civil provocó más bajas que la Guerra anglo-irlandesa, incluidos importantes líderes políticos como Michael Collins, Liam Lynch, Cathal Brugha, etc. Además, dividió profundamente al país, al punto de que dicha división todavía persiste.
Constitución e independencia de Irlanda (1937)[editar]
En 1937 se adoptó por referendum la Constitución de Irlanda en la que se establece un estado independiente basado en un sistema de democracia representativa, y garantiza ciertos derechos fundamentales. La nueva denominación de irlanda es Éire.
A pesar de la aprobación de la constitución el conflicto por la división de Irlanda del Norte que permanece unida a Inglaterra e Irlanda del Sur independiente sigue sin resolverse.
Problemas económicos y sociales[editar]
La sociedad irlandesa del siglo XIX era fundamentalmente agrícola, la Revolución industrial que vivió Inglaterra no llegó a la isla y las tierras eran propiedad de ingleses debido a las políticas de expropiación que ésta llevó a cabo para colonizarla.
En 1800, se firmó el Acta de Unión, que supuso la alianza política de Gran Bretaña y la isla de Irlanda, creando así el Reino Unido. Se suprimió el parlamento irlandés y se les otorgó 100 escaños en el Parlamento de Westminster para representarse. Sin embargo, a pesar de que la mayoría de la población irlandesa era católica, hasta 1829 la ley impidió que ningún católico pudiese ocupar escaño alguno. Además, hasta finales del siglo XIX permaneció la prohibición que impedía que cualquier católico pudiese estudiar en universidades británicas
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